Con el postumismo se empieza a hablar de poesía dominicana propiamente dicha. Su estética relacionada con las preocupaciones dominicanas, resaltaba los elementos de la idiosincracia del pueblo dominicano. A partir de este movimiento, la poesía dominicana se torna más social y más identificada con la realidad nacional. Mientras en el extranjero las grandes potencias se preparaban para un nuevo enfrentamiento bélico que sería la Segunda Guerra Mundial, República Dominicana pasaba por una de las épocas más traumáticas de su historia. Eran los primeros años de la dictadura trujillista y la sociedad dominicana empezaba a sufrir un cambio radical que dejaría reminiscencias permanentes en las futuras generaciones. En este contexto, la poesía dominicana continuaba el camino iniciado por los postumistas; adquiriendo cada vez un carácter más autóctono. Los poetas de esta época suman a la herencia estética del postumismo una sensibilidad social nacida del dolor del pueblo dominicano, qu
Nuestro blanco es la cultura