Algunas películas parecen estar condenadas a morir con sus segundas entregas, dando crédito a ese prejuicio de que las segundas partes suelen ser malas. Las Crónicas de Narnia, una épica aventura que prometía alcanzar un lugar prominente junto con producciones de la talla del Señor de los Anillos, terminó siendo víctima de esta circunstancia. Tras el éxito del León, la Bruja y el Ropero en el 2005, Andrew Adamson y su equipo se embarcaron en la adaptación del siguiente libro de C. S. Lewis, buscando repetir el mismo resultado. Tres años tuvieron que esperar los fanáticos de la primera entrega para ver el trabajo terminado, el cual no logró llenar las expectativas de muchos, incluyendo la casa productora. Las Crónicas de Narnia: el Príncipe Caspian, a pesar de ser un éxito de taquilla, no supuso el hit que la saga necesitaba para continuar, en consecuencia Disney abandona el proyecto y este se termina estancando por casi una década, muriendo así una saga cinematográfica con gra
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