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Existencia vs Esencia

Las aportaciones de Jean Paul Sartre en el campo de la filosofía han permitido un mayor esclarecimiento de ciertos aspectos sobre el existencialismo, corriente cuyo concepto en su apogeo había adquirido tal amplitud que, como señala el propio Sartre, ya no significaba absolutamente nada. En “El existencialismo es un humanismo”, (escrito que recoge la conferencia homónima dictada por el filósofo francés en el 1945) Sartre provee una explicación de los conceptos fundamentales de dicha corriente y la defiende de una serie de reproches de los cuales había sido objeto en su momento.  Uno de los primeros aspectos tratados es el conocido planteamiento de que “la existencia precede la esencia”. Sartre afirma que tal planteamiento “significa que el hombre empieza por existir, se encuentra, surge en el mundo, y que después se define”. Para entender esto primero habría que tener claro los conceptos “existencia” y “esencia” y qué significado tienen en este contexto.  Generalmente

La elección y la angustia en la filosofía de Jean Paul Sartre: una forma de entender el comportamiento de las personas

Jean Paul Sartre De acuerdo con el existencialismo comprometido de Jean Paul Sartre el hombre es definido por la acción. Para Sartre el hombre es libertad. Aquí la libertad se refiere a la capacidad de elegir conscientemente. El ser humano está condenado a ser libre, porque desde que posee conciencia está obligado siempre hacer elecciones, incluso cuando elige “no elegir” está tomando una opción. La vida consistiría entonces en un “elegir” constante; cada elección conlleva a un compromiso y a una acción. Consecuentemente, cada acción implica una responsabilidad. En este sentido, el hombre es el único responsable de sus acciones. Cuando el hombre elige, elige por los demás. Cada elección, por lo personal que sea o lo insignificante que parezca, tiene repercusiones en la vida de otros. El simple hecho de no ir al trabajo, por ejemplo, podría tener una consecuencia importante en la vida de aquellos que se benefician de nuestra labor. Es por ello por lo que el ser humano no es so

Nihilismo pasivo

Uno de los aspectos relevantes en la filosofía de Friedrich Nietzsche es el concepto de "nihilismo" (del latín "nihil", nada). La idea planteada por el filósofo alemán es bastante compleja; en un momento distingue dos tipos de nihilismo: el activo y el pasivo. Ambos coinciden en ser una consecuencia de lo que el filósofo llama "La muerte de Dios", aquel momento en el que el ser humano abandona toda creencia en una fuerza o divinidad sobrenatural y absoluta que le infunde un sentido y un propósito a su existencia. Tras percatarse de que no existe un dios o un absoluto que le de sentido a su vida, el hombre se da cuenta de que todos los valores en los que había creído son una mera farsa, una invención, puesto que ya no está ese legislador que los había implantado. De este modo entra en ese estado llamado nihilismo.  El nihilismo activo se manifiesta cuando el ser humano tras darse cuenta de la inexistencia de lo sobrenatural y la falsedad de los va

Una introducción al concepto del superhombre

Friedrich Nietzsche Uno de los aspectos centrales en la filosofía de Friedrich Nietzsche es el concepto del Übermensche (superhombre o suprahumano). Resulta inevitable mencionarlo a la hora de hablar del filósofo alemán, puesto que constituye una marca por la que él es ampliamente conocido, no solo en el ámbito filosófico, sino también en otras esferas. Este término bastante complejo ha dado origen a múltiples interpretaciones y explicaciones, pero para algunos todavía queda pendiente la interrogante: ¿qué es en realidad este "superhombre"?  No, no es la caricatura de Nietzsche con traje de Superman, ni nada que pueda tomarse en sentido literal. El lenguaje que solía emplear Nietzsche era retórico, por lo que su obra con frecuencia está cargada de metáforas y términos, como el aludido aquí, que requieren de una detenida interpretación. El superhombre no se identifica con una clase social privilegiada ni tampoco hace referencia a una raza superior. Es la imagen d

Hombres, Mujeres y Niños

Pocas películas como ésta han podido retratar de una forma tan perfecta nuestra realidad inmediata. “Hombres, mujeres y niños” es la historia de cómo el internet y las nuevas tecnologías han estado influyendo de una manera no muy positiva en las vidas de las personas; pero sobretodo cómo estos instrumentos han llevado a muchos a tener una vida "oculta" o ficticia. Aunque resulte algo moralizante, el mensaje es revelador. Sin dudas es un film impactante que todos deberían ver y sobre el cual todos deberían reflexionar, tomando como base de comparación su propio lugar en este planeta; un planeta que, después de todo, es sólo un pequeño punto en la enormidad del universo.

La mitología detrás de la palabra "Pánico"

En algunas de las palabras heredadas del griego y el latín, como sátira y tragedia, se ve en el aspecto etimológico la presencia de la tradición y la mitología de los antiguos pueblos que le vieron nacer. En el caso de "Pánico", la palabra es asociada con el semidiós griego "Pan", representado por los romanos como un fauno (criatura mitad hombre y mitad cabra), que era la divinidad de los pastores y los rebaños, así como todo aquello que representaba lo silvestre y lo salvaje. También se le atribuía el infundir miedo a las criaturas, y de aquí es que surge la palabra "pánico", que en su antigua acepción significaba: el temor masivo que sufrían manadas y rebaños ante el tronar y la caída de rayos. Imagen del semidiós Pan

La mitología detrás de la palabra "hermafrodita"

El término hermafrodita en su etimología está también vinculado con la fascinante mitología de los antiguos griegos. El mismo proviene del nombre de un dios hijo de las deidades Hermes (dios del comercio) y Afrodita (diosa del amor y la fecundidad), llamado hermafrodito por unión de los nombres de sus progenitores. Se cuenta en el mito que Hermafrodito un día se encontró con una fuente de frescas aguas a las cuales se entregó en el placer del baño, siendo sorprendido desnudo en el acto por una ninfa llamada Salmacis. Ésta, cautivada por la belleza del dios, entró en las aguas y en un abrazo lo invitó a unirse a ella en el acto del amor; pero éste mostrándose indiferente la rechazó. Ante la negación del hijo de Afrodita, la ninfa rogó a los dioses que no separaran su cuerpo de él, siendo su súplica concedida al instante. Así los cuerpos abrazados de ambos se fundieron, mezclando la virilidad de él y la belleza de ella en una sola persona que dejaba ver ambos sexos. Aquella fuente que