Dentro del romanticismo inglés, una de las figuras más sobresalientes fue John Keats, poeta que se coló entre sus coetáneos, alcanzando en su poesía una pureza y lirismo incomparables. Fue el más joven de los escritores de la segunda generación del movimiento, su obra, a pesar de ser reducida, ha logrado trascender, siendo considerada como una de las más grandes de la corriente romántica inglesa. En ella se destacan sus odas y sonetos, en donde el poeta expresa los más intensos sentimientos y la búsqueda de la belleza que constituye su ideal. Dentro de sus sonetos se destacan aquellos dedicados a familiares, amigos y maestros, así como también esos donde el poeta reflexiona sobre la sociedad y la condición humana, en los cuales se puede apreciar la sinceridad y el sentimentalismo del poeta.
Una de las características más presentes en su obra es el predominio del sentimiento de melancolía, al lado la imaginación, como rasgo del romanticismo:
"Mi ánimo está débil: la mortalidad carga
su peso sobre mí como un letargo impuesto,
y cada imaginado pináculo y abismo
de fomento divino dice que he de morir
como un águila enferma que mira hacia los cielos."
(Fragmento del Soneto: Al ver los mármoles de Elgin)
Como se aprecia, el poeta declara su pesar en torno a su futura muerte con resignación, empleando el símil para dar más fuerza y belleza a los versos, en los cuales se perfila esa carga melancólica. Es interesante observar la imagen que ofrece del águila como animal literario, que en la poesía clásica con frecuencia hace alusión a la figura mítica de Zeus. Aquí el ave ha perdido su carácter imponente y se vuelve el análogo del estado agonizante del yo poético.
Otra característica notable del romanticismo en la obra de Keats es la admiración por la naturaleza como proyección del estado de ánimo del poeta:
"Asciende la ladera conmigo-observatorio
de la naturaleza-, desde donde esta cuenca,
sus pendientes floridas, sus aguas cristalinas,
ocupan sólo un palmo, y velaré contigo
bajo un dosel de ramas, donde el brinco del ciervo
asusta a las abejas sobre las laderas"
(Fragmento del Soneto: "Oh, soledad, si tengo que vivir contigo, fragmento)
Como en este fragmento, los paisajes evocados transmiten el sentir del yo poético al lector y lo invita a ser partícipe de sus sentimientos. La flora y la fauna son elementos muy notables en algunos de los sonetos de Keats. Cabe resaltar que la imagen de los paisajes con frecuencia son agradables a pesar de la presencia del sentimiento de melancolía.
Sin lugar a dudas, unos de los rasgos más particulares de la poesía de Keats es la presencia de la cultura helénica en las alusiones mitológicas, que en cierta forma contradice a una de las principales características del movimiento: la oposición a lo clásico, sustituido por el pasado nacional y por la tradición religiosa y medieval. Keats siente una profunda admiración por la mitología y la literatura griega y lo expresa en gran parte de sus obras en especial en sus poemas narrativos o alegóricos:
"Ninfa de la sonrisa hacia abajo y mirada
esquiva, ¿en qué momentos tan divinos del día
eres más fascinante? ¿Cuando vas descarriada
entre los laberintos de la expresión más dulce,
o cuando vas paseando tranquilamente en trance
del pensamiento sobrio? ¿O cuando te apresuras,
desaliñada, al ver la luz de la mañana,
y eximes a las flores en tu intrincada danza"
(Fragmento del soneto: a Geogiana Augusta Wylie)
Estas alusiones son algo característico en sus creaciones y que lo aparta en cierta forma del
romanticismo medievalista.
Otro rasgo que también lo aparta es el poco o casi nulo enaltecimiento de su propio yo. En su obra está presente su personalidad, pero no es algo que él pretende exaltar, sino más bien que aparece como parte inherente a la misma obra. Keats, tenía un concepción propia de lo que significa la poesía; él la concibe como un fin en sí misma, como algo más allá de la forma poética; como algo que está en todas las cosas. En este sentido, el poeta no tiene identidad propia, es solo el vehículo por donde transita la poesía. En efecto, el poeta no exalta su propia personalidad, y es por eso que en las obras de Keats no se expresa la exaltación del ego, como en otros poetas románticos.
Lo referido anteriormente es a lo que Keats llama "capacidad negativa", la cual se refiere a la habilidad que tiene el poeta de negarse a sí mismo a través de la imaginación. Es un concepto un tanto filosófico, al igual que su concepción sobre la poesía.
De acuerdo con Regueiro (2006) " En Keats encontramos los valores superlativos de Verdad, Belleza, Imaginación" (p. 103) lo cual revela la presencia de una conciencia neoplatónica. En la concepción del poeta, el fin último que debe aspirar la poesía es a la búsqueda de la belleza absoluta, a través de la imaginación romántica y la negación de uno mismo.
A modo de conclusión, las composiciones de Keats poseen un alto grado de lirismo y una desbordante imaginación, en la que se mezclan elementos mitológicos y de la naturaleza. Su particular concepción de la poesía lo acerca más a la poética de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, especialmente a la poesía cultivada en el movimiento simbolista. Su excelsa producción y su visión poética lo hacen merecedor del título: "el poeta absoluto".
Bibliografía
Keats, J. (s.f.) Odas y sonetos. Obtenido el 1 de octubre del 2014 desde https://es.scribd.com/doc/44868502/john-keats-odas-y-sonetos.
Regueiro, B. (2006). El Romanticismo Británico y el Español: elementos de confluencia.Cuadernos de ALEPH, nº 1, pp. 101-110.
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